La frase "Somos polvo de estrellas" fue enunciada por Carl Sagan en 1973 en su conocido libro "La conexión cósmica". Carl Sagan trata de simplificar la relación entre los humanos y el resto del Cosmos establecida en la teoría de la creación del Universo. El resultado es una frase que pese a su apariencia poética sugiere una realidad altamente probable.
Tras la gran explosión o Big Bang, los únicos átomos existentes; los átomos de hidrogeno, formaron las primeras estrellas. En ellas, debido a la fusión nuclear se comenzaron a formar diferentes tipos de nuevos átomos. Sucesivamente, las estrellas colapsaban y gracias a la gravedad daban lugar a nuevas estrellas. Según esta teoría tras millones de años, esto daría lugar al planeta Tierra. donde surgiría posteriormente la vida, es decir, el ser humano. Esto señala que la materia que nos compone es la misma que anteriormente formaba parte de una estrella que terminó estallando, y por lo tanto, estamos formados por diminutas partículas pertenecientes a diversas partes del Cosmos. De esta manera, no solo nos encontramos en el Cosmos, sino que somos el Cosmos.
Carl Sagan evidencia la enorme casualidad de nuestra existencia con esta teoría. Cualquier pequeño cambio en este complicado proceso de creación podría haber resultado en algo totalmente diferente a lo que somos ahora. Sin embargo, ese algo, seguiría siendo sin duda polvo de estrellas.