Como resulta obvio, las ciencias de la vida tienen una relación total con los seres vivos, y por ello surge el término "bioética". La bioética es el estudio de los aspectos éticos de la medicina y la biología, al igual que de las relaciones del ser humano con el resto de seres vivos que le rodean.
Un ejemplo de práctica científica relacionada con la bioética es la vivisección. La vivisección consiste en la disección de un animal vivo con el objetivo de realizar estudios o investigaciones. La vivisección nos permite observar el funcionamiento del cuerpo animal en acción, lo que genera numerosos beneficios para la ciencia que pueden llegar a salvar miles de vidas.
Sin embargo, existe una discusión ética en lo que concierne a esta experimentación animal. Hay quienes defienden los derechos de los animales utilizados y quienes los pasan por alto y se centran en la finalidad de esta práctica. Aquellos con la primera opinión, argumentan que no se puede justificar su uso en vida en experimentos dolorosos y letales, y que es una ciencia de mala calidad, porque en muchos casos no se puede aplicar en humanos de la misma manera. Por otro lado, aquellos a favor de la vivisección destacan su enorme importancia y utilidad en la creación de medicamentos y demás, y el esfuerzo realizado para que los animales de laboratorio estén en las mejores condiciones posibles y sufran cuanto menos.
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En cuanto a mí mismo, tengo una opinión formada sobre este tema de manera muy clara. A mi manera de verlo, la vida de un ser humano tiene o debería tener más valor para nosotros que la vida de un ratón de laboratorio, y por lo tanto, siempre que se cumplan las condiciones establecidas por el bienestar del animal, la vivisección es ética. Estas prácticas salvan a millones de personas, y cualquiera de ellos podría ser alguien cercano a nosotros o incluso nosotros mismos. ¿Dudaríamos acaso si tuviéramos que escoger entre nuestra supervivencia y la de una pequeña rata de laboratorio?